domingo, 15 de marzo de 2009

Querer demasiado


Nada es bueno en exceso, ya me lo decía mi madre.

Es algo que nos demuestra la vida en cada una de sus vertientes pero sobre todo en el amor. ¡Ay amigos el amor!... ¡qué bonito es el amor! más que nunca en primavera o al menos eso dicen...

Lo cierto es que el amor es bonito mientras la pareja se quiera, ¿demasiado obvio? puede que sí, pero además hay que añadir que ambos han de quererse igual, con la misma intensidad, sino, aquello será el principio del fin.

Dicen que el amor es ciego, pero yo diría más bien que es miope. No ve bien de lejos, pero al final las cosas se acaban acercando y se empieza a ver todo con claridad. En el momento en que alguno de los dos quiera más que el otro, en lo más profundo de su corazón comenzará a crecer una pequeña sombra, una diminuta duda que será imperceptible durante un tiempo, pero no dejará de crecer día tras día mientras exista esa diferencia.

Un día, la sombra será un oscuro pozo negro, que con esfuerzo tratarás de tapar mediante el inmenso amor que profesas a tu pareja, tal vez lo consigas... un tiempo al menos, pero el daño ya está hecho, es irreparable. De cada grano de arena surgirá una montaña... El destino de la pareja está sellado

Supongo que no se puede querer demasiado.

4 comentarios:

Txispas dijo...

Nunca se quiere demasiado, siempre, aunque sea por un motivo pequeño, se puede querer un poco más, el problema es que la gente piensa que es uno el que quiere más que el otro, en mi caso no es así, ese papel se va turnando, un día yo le quiero más, otro es él, no es que se pierda el amor un día, es que se ha dejado apagar. El amor debería durar siempre, pero a veces nos perdemos en nuestro ombligo y no miramos al otro a la cara, para cuando lo hacemos... ya no conocemos a esa persona y eso... eso es realmente lo que mata el amor.

Oscuro dijo...

Estoy de acuerdo contigo Txispas. En el amor hay siempre tantas cosas en juego, tantas variables ajenas a él, pero que afectan tanto a la pareja, que es difícil abstraerse de ellas y concentrarse en lo realmente importante, el amor.

Gracias por venir

Kabra dijo...

el amor... el amor... el amor es como aquello, no se crea ni se destruye, simplemente se trasforma...

hoy me pido ser una ameba y no tener que pensar demasiado en nada.

Oscuro dijo...

Hay días en que sin duda esa es la mejor solución, aunque creo que yo nunca escojo la mejor solución, jejejejeje.