lunes, 16 de enero de 2012

El valor de las palabras

Lo importante no está en lo que se dice sino en cómo se dice, y por supuesto, si se actúa en consecuencia.

viernes, 13 de enero de 2012

Decisiones


Y con cada decisión, un nuevo camino se abre, o bueno, muchos en realidad.

Nunca pregunto a nadie a la hora de tomar una decisión, tal vez resulte algo injusto con la gente que me rodea al ser algo unilateral, pero de ese modo soy yo el que cargo con toda la responsabilidad, tanto si la cosa sale bien, como si sale mal seré yo el que apechugue con ella y el que tendrá que vivir con las consecuencias.

Si bien, puede que no pregunte a nadie, sí creo que la gente que está a mi alrededor participa en esa toma de decisiones, con su presencia, con sus actos. Al final, forman parte de mi vida, por lo que también la condicionan.

jueves, 12 de enero de 2012

Canciones del suburbano


No es la primera vez que el metro se convierte en protagonista de uno de mis relatos, supongo que es lógico, ya que siempre lo he utilizado mucho. Moverse en metro es para mí algo totalmente natural debido a que mis padres no tenían coche por lo que desde que era un bebé siempre fue el medio de transporte que utilicé para moverme.

Cuando llegué a adulto y obtuve mi licencia la cosa siguió por los mismos derroteros, me gusta el metro, es un transporte rápido y cómodo. Hay gente que prefiere el autobús, incluso hay gente que directamente no coge el metro porque se agobia o le da claustrofobia. Como digo, ese no es mi caso.

La magia del suburbano es que en él cualquier cosa puede ocurrir, al menos eso me gusta pensar. La mayoría de las veces ves situaciones un tanto surrealistas, que rallan lo cómico, o directamente se sitúan en el esperpento absoluto. En otras lo que sucede despierta en ti la ternura y el asombro, el ser humano todavía es capaz de hacer grandes cosas, o de tener pequeños gestos. La historia de hoy trata de este segundo grupo, las historias de esperpento las dejaré para otro día.

Mientras iba hacia el centro de mi ciudad junto a una amiga entró un chico en el vagón. Junto a él, su guitarra española y la funda contemplaban la estampa de un artista callejero. Al cerrarse las puertas comenzó una melodía, al principio me costó un poco reconocer el tema, puesto que no soy un gran fan de Sabina, y el joven artista hacía una versión un tanto particular de la canción. Un par de paradas más tarde la canción concluyó y se dispuso a recorrer el vagón buscando la "colaboración" (nunca entenderé por qué dicen "una colaboración") de los allí presentes.

Sinceramente no me disgustó cómo lo hizo, pero no tenía ni un euro suelto. Por regla general no suelo dar dinero a los artistas callejeros, salvo que lo merezcan de verdad, en este caso sí lo habría hecho. En lugar de darle mi dinero lo que sí le di fue mi mejor sonrisa, tal vez sea un pago exiguo pero era todo lo que tenía. En aquel momento un par de chicos echaron unas monedas en su bolsa, sin mediar ninguna palabra, tal vez guiado por un extraño instinto, el artista preguntó a los chicos por su nacionalidad, -argentinos- respondieron. En ese instante el músico les enseñó la guitarra, en ella había una pegatina que a penas pude distinguir...
- ¿La reconocéis? Preguntó el artista.
- Claro claro, cómo no. Pero ya sabés lo que significa.
- Sí sí -afirmó el músico- me la regaló una amiga y ya me contó que no se podía enseñar mucho por allí.
- ¿Has estado alguna vez en Argentina?
- El 4 de febrero voy para allá.
- ¿Y ya tenés dónde alojarte? preguntaron los argentinos
- Pues... tengo algún conocido por allí, primos de primos o algo así, ya buscaré algo.
- Noooo, venite a casa, apuntate mi facebook y hablamos, pero bueno, cuando vayas me llamás y puedes quedarte en casa.

Mientras tenían esta conversación, uno de los dos jóvenes le cogía la guitarra y se ponía a tocar. Por desgracia en ese momento llegó mi parada así que me bajé sin ver cómo concluía la conversación, pero me quedó una cosa clara, todavía hay bondad en el mundo y se ofrece alojamiento a un completo desconocido...

Aunque bueno, tampoco debería sorprenderme tanto, yo mismo he alojado a varios, jejejejeje.

lunes, 9 de enero de 2012

Sin anestesia


La vida es así de estupenda, reparte ostias por doquier sin anestesia previa, sin comerlo ni beberlo alguna desgracia te puede caer encima. Por fortuna sucede lo mismo al contrario, es decir, las alegrías también llegan de sopetón, para equilibrar un poco la balanza, supongo.

De todos modos éste no era el tema que quería tratar, aunque bueno, me sirve como introducción, por aquello de la anestesia.

Hacía tiempo que quería probar algo, la verdad es que ahora que lo pienso mientras escribo suena un tanto... ¿sádico?¿masoquista? Ummmm, algo así, jejejejeje. Lo que quería probar era hacerme un empaste sin anestesia.

Alguna vez en el pasado me había hecho alguno y la anestesia parece que se me había pasado un poco, pero hacérmelo sin anestesia directamente era algo que me intrigaba. ¿Dolería mucho?¿Podría aguantar?

Pues nada, dicho y hecho, hoy me he lanzado, y en lugar de con un empaste ha sido con dos, toda una experiencia.

La verdad es que cualquiera que lea esto pensará que es una rematada tontería hacer algo así, pero yo no lo creo, considero que es muy positivo conocerse, saber dónde están los límites de uno. Siempre he sabido que mi tolerancia al dolor es alta, o muy muy alta para ser exactos, con esto pues se confirma un poco más.

Como he dicho antes, toda una experiencia, además, me he ahorrado tener la boca dormida media tarde como un bobo.

martes, 3 de enero de 2012

Reflexiones


Hoy he quedado con un amigo, podría decirse que es un viejo amigo, porque ya han pasado unos cuantos años desde que nos conocemos. Entramos juntos en la universidad, compartimos primer año de carrera y un montón de cosas desde entonces.

Hemos estado charlando sobre la vida, las cosas que nos han pasado, etc, etc. Ha llegado un punto en la conversación en que me contaba lo mucho que había cambiado su vida en este tiempo, realmente es así, no tiene nada que ver el chico que entro en la universidad del hombre que es ahora.

Hace unos días mando un mensaje a la que era su novia por aquel entonces felicitándole por su cumpleaños. Ella le respondió que le agradecía mucho su mensaje y le contaba un poco su vida, entre las cosas que le contaba le decía que se había comprado un piso con su novio.

Mi amigo se ha puesto a reflexionar sobre el tema, "perfectamente podría haber sido yo ese chico" ha sido lo que ha comentado, para añadir a continuación... "la de cosas que me habría perdido, porque yo en esa época era un calzonazos y lo seguiría siendo ahora".

La verdad es que a mi amigo se le podía considerar como un buenazo de libro, aún lo sigue siendo, pero cuando entró a la universidad era un auténtico pardillo. Su novia le dejó tras dos años y medio de relación y él se quedó hecho polvo. Tras esto yo le acogí un poco bajo mi ala y hemos hecho un montón de cosas juntos, cursos, viajes, salir... La verdad es que se parece a mí en un buen puñado de aspectos, hasta en la forma de hablar, jejejejeje, desde luego cuando nos juntamos las risas están más que aseguradas para cualquiera que esté presente.

Hoy, mientras reflexionaba sobre todo eso y nos partíamos recordando viejos tiempo, se mostraba muy contento porque su chica le dejase en su momento porque gracias a eso había podido hacer tantísimas cosas conmigo.

Esto demuestra claramente que uno nunca puede saber lo que le deparará la vida, lo que puede suponer un daño terrible en un momento de tu vida puede ser la antesala de una serie de cosas buenas.