jueves, 19 de marzo de 2009

La belleza está en los ojos del que mira


Hace ya mucho tiempo escribí algo al respecto y como es un tema que tratamos en la entrada anterior pues me apeteció compartirlo con todos vosotros.

¿Quién define lo que es bello?¿Por qué una cosa es horrenda y otra es preciosa?
Hace ya bastante tiempo leí un artículo sobre un libro de Umberto Eco, titulado "Historia de la fealdad", parte de lo que voy a contar proviene de ese artículo y parte no.

"Lo bello es bello, pero lo feo... es mucho más interesante".

Una posible respuesta a la pregunta que yo mismo he lanzado podría ser la moral, claro, pero también la política y la economía tienen algo que decir sobre lo feo. Marx opinaba en una verdad universal: "soy feo, pero puedo comprarme a la mujer más bella. Por tanto, no soy feo, porque el efecto de la fealdad, su fuerza ahuyentadora queda anulado por el dinero".

De "feos" se ha tachado en la historia a la brujas, a los judios (Wagner creía que su aspecto físico "repugnaba más que cualquier otra cosa") y a todo aquel que planteara un riesgo a la hegemonía social.

A lo largo de la historia la fealdad ha sido tan representativa como la belleza, pese a que cuando pensamos en la cultura grecorromana nos imaginamos esos cuerpos perfectos, lo cierto es que ellos tenían muy presente lo "feo", su imagen de las sirenas, faunos y todo clase de seres mitológicos no era para nada la visión idílica que ahora tenemos.

Al imponerse la visión cristiana del mundo, sin embargo, todo el universo pasa a ser bello, en tanto que procede de un creador divino. ¿Dónde cabe entonces le evidente horror diario? San Agustín tiene la solución: también es bello, sólo que no sabemos verlo.

La coordenada social también sufre modificaciones: si en la Edad Media lo grotesco es patrimonio de la plebe, desde Rabelais y en el renacimiento, la fealdad como exceso pasa a ser sinónimo de las clases altas.

Los cánones de belleza no han parado de cambiar, las tres gracias de Rubens, son para nosotros señoras obesas y sin duda para él las top model más cotizadas no serían sino esqueletos andantes.

Por lo tanto ¿quién puede afirmar que algo es feo?, mientras exista una persona en todo el mundo al que le guste, quien lo dijese estaría equivocado. Esta es la grandeza del ser humano, somos enormemente parecidos e increíblemente diferentes.

4 comentarios:

anna dijo...

Si hicieramos caso de todos los canones de la historia seriamos como globos subiriamos y bajariamos al son de las epocas........ Un ser es mucha más que su belleza exterior...un ser es persona por su interior, con el logrará el reto del mundo.

Txispas dijo...

Yo separo lo feo y lo bello por lo que me hacen sentir, si algo me hace felíz, me saca una sonrisa o no me enegrece el alma... es bello, todo lo demás no. Desde luego es objetivo... por eso digo (sin haberte visto) que eres bello.

Kabra dijo...

joder nen, tu blog parece la puerta de INEM, pa llegar la primera hay que levantarse a las seis y pedir tanda. a lo que íbamos:

¿porque estás mareando un concepto?

besos ;-)

nota mental: ¿porque este hombre nos marea con la dichosa verificación de palabra? cuatro de cinco la escribo al revés.
fin de la nota discordante.

Oscuro dijo...

Anna: Totalmente de acuerdo.

Txispas: Muchas gracias, también estoy de acuerdo, jejejeje. En alguna ocasión lo he hablado con algún amigo, cómo he visto fotos de alguien y no me han parecido nada atractivas, pero luego, tras conocerlas, si miro esa misma foto la veo guapísimas.

Kabra: Jejejejeje, esta buena gente que me visita y decide comentarme cuando lo hace. En cuanto a lo de marear... me encanta, dar vueltas a una idea, desde todos los ángulos y todas las perspectivas, jejejeje, soy así :P
Ah, y dicho y hecho ;)

Muchas gracias por pasaros.

Un beso