miércoles, 18 de agosto de 2010
Lluvia de estrella
Aprovechando la lluvia de estrella de estos días de atrás aproveché para acercarme a visitar a mis padres al pueblo.
No sé si he hablado alguna vez del pueblo, se trata de una pequeña aldea con no más de 30 habitantes censados, así que como os podéis imaginar se trata de un lugar donde reina la tranquilidad.
Gracias a que allí contaminación lumínica hay lo que se dice nada, pude disfrutar del cielo estrellado. Tirado en mitad del campo uno puede pensar, reflexionar y sobre todo, darse cuenta de que para ser feliz hace falta tan poco...
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2 comentarios:
Donde vivo yo, en invierno hay muy poca gente, y como oscurece temprano no hay casi nadie por la calle, así que sé de que tranquilidad hablas, jejeje.
Muchas veces en verano me subo al tejado a contemplar las estrellas y hay que decir que es una gozada. Y creo que ya te lo dije una vez, pero tienes mucha razón en lo último; la felicidad reside o debería residir en aquellas pequeñas cosas que hacemos día a día y no ser tan caprichosos en quererlo todo.
Un besito Oscuro^^
Sí, ya hablamos alguna vez de ello Morland, jejejeje.
Los que vivimos en grandes ciudades tenemos complicado poder algo como eso a diario, pero bueno.
Un beso y gracias por seguir pasando por aquí incluso en el veranito
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