"Desde hace una década vivimos en la cultura del aquí y ahora, en la que la urgencia domina nuestra vida. Pero ¿vivir así nos hace más felices o sólo oculta el miedo a pensar?
El consumismo se ha trasladado a las relaciones sentimentales, cada vez más efímeras, por no hablar de nuestra sufrida agenda diaria, que sobrecargamos de compromisos y actividades. Consumimos tiempo y recursos en una carrera alocada contra el ritmo natural de las cosas.
"Tanta urgencia tenemos por hacer cosas, que olvidamos lo único importante: vivir" (Robert Louis Stevenson)
Nos hemos acostumbrado a los resultados inmediatos y cualquier cosa que se dilate demasiado nos molesta.
Nuestra generación exige resultados a cortísimo plazo. Pero ¿vivir así nos hace más felices?¿Dónde está el placer de la espera?¿Qué sentido tiene correr tanto cuando no sabemos hacia dónde queremos ir?
Antiguamente la paciencia y la lentitud se consideraban virtudes capitales para hacer grandes obras. La precipitación, en cambio, genera estrés, angustia y frustración. Tal como decía hace un siglo el escritor Chesterton, el problema de las prisas es que al final nos hacen perder tiempo.
"Ha de haber algo más en la vida que tenerlo todo" (Maurice Sendak)
Corremos sin cesar porque no sabemos adónde vamos ni qué queremos hacer con nuestras vidas. Como detenernos a pensar nos da miedo- existe el riesgo de descubrir que andamos perdidos-, entre una cápsula de experiencia y la siguiente , seguimos a la carrera."
Por Francesc Miralles (extracto) EL PAÍS SEMANAL Domingo 23 de mayo de 2010
Al final, por mucho que corramos hay algo que está claro, jamás podremos escapar de nosotros mismos.
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5 comentarios:
no siempre corremos para huir, hay veces que es necesario hacerlo.
y tampoco es cierto que desaprovechemos la vida porque vamos acelerados, también podemos hacerlo sin correr, por el simple hecho de no hacer nada.
pero, si me dices que no tenemos calidad de vida ninguna, eso si es verdad, es una espiral. existen muchos factores y demasiados detalles que nos esclavizan a nosotros mismos.
besos.
La semana pasada yo también leí este artículo y la verdad es que me gustó mucho. Creo que en muchas cosas tiene razón, o almenos comparto su opinión.
Me quedé con la frase:
"La gran diferencia es que la tecnología nos ha permitido multiplicar exponencialmente nuestra prisa hasta alcanzar velocidades de vértigo; una tecnología que, por cierto, sólo se ha ocupado de encontrar la manera de acelerar, pero se olvidó de los mecanismos de frenado." (David Barba)
Nosotros mismos hasta el final.
Un beso
Todo muy cierto, sin lugar a dudas y en el fondo, siempre, siempre solos.
Un besote.
Sí bastet, demasiados factores que nos esclavizan a nosotros mismos y nos impiden precisamente eso, ser nosotros mismos.
Sí Morland, todas las semanas leo el País Semanal en el gimnasio mientras entreno, jejejejeje, hay artículos muy interesantes, supongo que no será el último que ponga.
¿Y cuándo nos llegará ese final S.?
Tal vez algún día resulte un alivio eso de estar solos Verónica, nunca se sabe.
Un beso a todas y gracias una vez más por estar aquí
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