lunes, 24 de mayo de 2010

Canciones en el suburbano 2


Y otra vez me lo volví a encontrar, volvía a estar ahí, en mi línea de metro, tocando la guitarra y cantando con su voz desgarrada.

La primera vez me alegró el día, un día triste para mí. En esta ocasión, el mero hecho de verle me lo volvió a alegrar.

Es curioso, han pasado como seis meses, pero me sigo acordando como si fuese ayer. Me encantan esas pequeñas historias

6 comentarios:

M. dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Morland dijo...

A mi también me gustan este tipo de historias o casualidades, como prefieras llamarlo, son las que creo que nos hacen ver realmente lo maravilloso de las cosas, de lo simple y fácil que es que nos hagan sonreir.

Un beso^^

S. dijo...

Y a mi me gusta que me cuentes esas historias,tus historias.
Un beso

Oscuro dijo...

Desde luego M. muy profundas tus palabras, jejejejeje, yo no sé si hay todo eso que has dicho, pero bueno...

Es cierto Morland, hace falta muy poco para sonreír, nada a decir verdad, sólo que nosotros queramos hacerlo, jejejejeje.

Y a mí me gusta contártelas S.

Un besote a las tres y gracias por vuestras palabras y vuestro tiempo

una sonrisa dijo...

algunos minutos de nuestra vida, quedan ahí para siempre. no necesitan un porqué
un besito.

Oscuro dijo...

Qué bonito "Una sonrisa". Muchas veces perdemos el tiempo intentado buscar el porqué de las cosas cuando lo que tendríamos que hacer es disfrutar de ellas.

Un besito