martes, 20 de julio de 2010

Fauna de discoteca


Este fin de semana estuve en uno de los garitos de moda de la capital, de esos en los que ver "famosos" es algo totalmente común, para los que le interese el mundillo, vi a un par de concursantes de GH y a un conocido jugador de baloncesto, pero bueno, esto es otro tema.

Lo que vine a tratar hoy aquí es de la "Fauna de discoteca", todo un submundo el de la noche que a mí, particularmente, me encanta observar.

Dentro de esta fauna, y como primer gran elemento por su elevado número, está el cachas de gimnasio, sujeto que ha pasado más horas de su vida en el susodicho gimnasio que recibiendo educación superior. Se le reconoce fácilmente, jamás lleva abrochados los 4 primeros botones de la camisa y va andando mostrando su pecho palomo.

Por otro lado tenemos a los desesperados, sujetos que en muchas ocasiones salen solos, aunque en otras también se agrupan para hacer fuerza, y cuyo único objetivo es ir a la discoteca a "pillar cacho". También se les reconoce fácilmente, están siempre oteando el horizonte en busca de presas a las que atacar.

En tercera posición tenemos a las guarras. Féminas cuyo objetivo en la noche es contonearse hasta que captan la atención de algún infeliz al que pueden sacarle copas gratis. Según avanza la noche y la cosa se calienta, empiezan a mostrar interés por los cachitas de gimnasio y, en caso extremo, por los desesperados. Tienen una máxima, no volver solas a casa. Un polvo sin duda les ayudará a sentirse menos solas.

En cuarto lugar están los "pedosos", sujetos cuya vida diaria transcurre con normalidad pero que al llegar el fin de semana, y para escapar de esa rutina, beben. Beben para ser quienes no son entre semana, casi siempre con el objetivo de desinhibirse y así poder hacer locuras. Cuando el grado de "pedoso" es considerablemente alto, tendríamos a los "borrachos" que lo único que hacen es arrastrarse por la discoteca.

Al final, si filtras todos estos elementos, queda la gente normal, que simplemente va a divertirse, a bailar, tomar algo y disfrutar de la noche... creo que vi a alguno... aunque no podría estar seguro...

6 comentarios:

S. dijo...

jajajaj vaya!tienes buen ojo...
No me gustan las discos,para mi hay demasiada fauna suelta,los que te meten mano,los desesperados y los que se toman demasiadas copas de más.
No me siento bien en estos sitios.
¿Sabes donde tengo ganas de ir y pienso ir en breve?a oir jazz en directo,eso sí que me mola.
Un besito MUACA

Oscuro dijo...

Es que me encanta observar la fauna de los sitios, ver cómo se comportan y demás, me parece de lo más entretenido (junto con bailar, jejejejeje).
Yo tampoco voy nunca a discotecas, hacía años que no iba a ninguna, prefiero sitios más pequeños y tranquilos.
Lo de escuchar jazz no es mal plan, he ido en algunas ocasiones, locales pequeños y buen ambiente (lo único que me falta es una compañía tan interesante como la tuya).

Un besote

Morland dijo...

Todos los sujestos descritos en esta entrada, te puedo asegurar que me los he encontrado más de una vez... aixxx, donde iremos a parar, jejejeje :P

Un besito^^

Oscuro dijo...

Supongo que las mujeres sois las que más sufrís a estos sujetos, pero bueno, espero que no nos lo tengas en cuenta al resto del género masculino.

Un besito Morland

ALEXT8000 dijo...

En las discotecas ya solo ahi desesperados,idiotas que se creen que por invitar a una chica a una copa se la van a llevar a la cama,me encanta ver la cara de estupidos frustrados cuando la chica se les va con la copa y los dejan ahi y cada vez va a peor;la ultima vez que fui a una discoteca,solo habia tios,y cuatro o cinco mujeres en toda la discoteca,aparte las camareras,de pena.Luego estan los que fingen que les gusta bailar,para ver si alguna chica se fija en ellos pensando que es un chico divertido.A la discoteca ahi que ir a divertirse,para ligar,ya esta el trabajo,el dia a dia o cualquier otro sitio o situacion.

Oscuro dijo...

Jejejejejeje, en efecto ALEXT8000, las discotecas son todo un submundo. De todos modos lo de ligar en el trabajo... no lo veo, es algo que a mí particularmente nunca me ha gustado, puesto que luego sale mal la cosa y tendrás que ver a la susodicha todos los días allí. Esas cosas siempre provocan mal ambiente.

Un saludo