Couchsurfing experience

Bueno, tras unos días haciéndome el remolón aquí va la crónica de mis primeras experiencias con esto del Couchsurfing.

Hasta el momento he tenido dos visitantes, en concreto han sido dos chicas, una estadounidense y la otra holandesa, ambas bastante jovencitas. No le busquéis tres pies al gato, porque es un dato totalmente casual, una cuestión de disponibilidad.

Bien, una vez hechas las aclaraciones pertinentes, continuemos.

Mi primera visitante fue la estadounidense. Quedamos en la estación de tren, ya que ella utilizó este medio para llegar a mi ciudad. Sinceramente yo estaba bastante nervioso, las cosas como son, pero bueno, ella era muy jovial, no paraba de contar cosas y anécdotas, por lo que se hacía bastante ameno el estar con ella.

La segunda visitante fue la chica holandesa. Ella llevaba en mi ciudad un par de días, se había estado alojando en casa de otro chico (un informático paquistaní según me comentó) que también había encontrado del mismo modo que me había encontrado a mí. Con esta la cosa fue bastante mejor, yo ya no estaba tan nervioso como con la primera, tímido soy tímido igual, pero por lo menos los nervios de qué hacer y cómo comportarme ya no estaban ahí. La holandesa se quedó en casa 2 noches y muy bien, una chica sumamente dulce, uno estaba muy cómodo con ella, era como estar con tu hermana pequeña, la verdad es que fenomenal. Una tarde le preparé magdalenas y ella me hizo una receta de pasta vegetariana (para el acompañamiento utilizó frutos secos y una salsa de tomate).

Por el momento la experiencia está siendo de lo más positiva así que cabe esperar que se siga repitiendo.