El mundo se va derechito por el water y nadie dice ni pío. Resulta que un señor muy simpático se dedica a lanzar bombas sobre la población civil y no hay dios que diga nada, ¿ningún gobierno se queja siguiera?
Ante estos casos uno se pregunta para qué narices están las Naciones Unidas, los cascos azules, o superman. Da igual quien sea, pero que alguien haga algo.
Lo peor de todo es que me temo que esto no ha hecho más que empezar. Cuando consigan deponer al dictador, otro vendrá rápidamente a ocupar su lugar. Clérigos fundamentalistas se encargarán de erigirse con el poder (o alzar a aquellos que les sean más afines), radicalizando así aún más a la sociedad.
En fin, no adelantemos acontecimientos... por el momento lo único importante es que cesen las masacres y que se consiga deponer al dictador sin que se produzca un baño de sangre.
1 comentario:
Cuando estuve en Camboya y vi lo que había hecho el Pol Pot y los Jemeres Rojos en los años 60, me pregunté cómo es que nuestros padres no hicieron nada y sino ellos por aquello de que con Franco llegarían las noticias distorcionadas, los padres franceses, ingleses, alemanes...Hoy leyendo tu entrada me doy cuenta de que estamos aquí, que ahora somos nosotros los padres y que no hacemos nada y yo menos que nadie, que ni siquiera veo las noticias. Mi vida ya es un culebrón como para ocuparme del de otros, pero soy consciente de que algún día, en el futuro, alguién se preguntará por qué no hicimos nada.
Un abrazo.
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