Supongo que por eso no me gustan mucho los sitios demasiado turisticos, porque en ellos la gente esta corrompida por el comercio, solo eres interesante para la gente local en tanto cuanto compres alguno de los productos que ofrecen.
En cambio, si te alejas de las zonas turisticas, puedes descubrir lo mas importante de un pais, su gente, las personas que lo habitan. Sentarte a charlar con ellos pese a que no hablen ingles, o simplemente intercambiar unas pocas palabras en su propio idioma, palabras que vas aprendiendo aqui o alla (algo que siempre hago el esfuerzo de hacer).
Si una mujer mayor te sonrie, un niño viene a jugar contigo, o devuelves el saludo a cualquier transeunte y ves su expresion, mitad sorprendido mitad agradecido, es en esos momentos cuando merece la pena viajar.
Cuando los turistas vuelven a su pais de origen cuentan las maravillas del pais que han visitado, enseñan las miles de fotos que han echado de cada una de las ruinas visitadas. Cuando yo regreso, a penas tengo unas pocas fotos que mostrar, pero tengo un millon de historias que contar.
6 comentarios:
Me has recordado momentos estupendos de algunos viajes... de esos en los que te metes en sitios de los que normalmente no visitan los turistas y te das cuenta de que te miran como la extraña persona que en realidad somos. De esos en los que sabes que no es lo mismo un turista que un viajero. Y te ves jugando un partido de fútbol con docenas de niños que no han visto un español en su vida, y te sonríen y tú te olvidas hasta de cómo te llamas. O te invitan a una boda hinduísta en la que eres el regalo más extraño. Cosas como esas son más importantes que el hotelazo de "todo incluido", sin duda ninguna. Y me han pasado a mí (lo pienso ahora y ¡qué gustazo!)
Gracias por los recuerdos.
(¿pero dónde estás? me matas de envidia, que-lo-se-pas)
Pues si, cosas como esas me han ocurrido a mi tambien. Cuando lo que haces es, como tu dices, ser un viajero y no un turista, suelen sucederte cosas asi, pero si a eso le añades el hecho de viajar solo (lo que te hace abrirte mas si cabe) y que, debido a mi tamaño se me ve de lejos y llamo bastante la atencion... puedes imaginarte el resultado.
Estoy por el mundo perdido, tal vez me encuentre o tal vez no.
A mi no me hace falta,llevo una pegatina en la frente que dice"confiésate conmigo",la de historias que me cuentan sin conocer a la gente de ná.
Viajar es un placer y ser viajero mucho más.
Viajar por libre es un placer. Los viajes programados son un rollo macabeo. Sólo visitar lugares archiconocidos y superatestados de gente. Mejor hacerlo como tú dices y comprar unas postales... Saludos.
Otra que disfruta en los lugares menos turísticos..y observando...sentándose en un banco y charlando con los lugareños...sonreír a desconocidos que extrañados te devuelven la sonrisa...
Y de vuelta traer una sensación enriquecedora...y muchas anecdotas!!!
Un placer leerte,otra vez.
Siento tardar en responder, pero es que por los lugares que transito ultimamente la conexión a internet suele brillar por su ausencia.
Pues, aunque no lo creas S., yo debo de tener una pegatina parecida porque a mí también me suelen contar sus historias, sus penas y alegrías.
Vaya, Campanilla, ya sabía yo que se me olvidaba algo, jejejejeje, no compré ni una postal... muy mal por mi parte, jejejejeje.
Ya ves Confusa, enormes placeres los que comentas y a la vez sumamente sencillos.
Un beso a todas y gracias por tomaros la molestia de escribirme algo.
Publicar un comentario