Hay ciertas cosas que me alegran el día, son cosas sencillas, pero bueno, si algo dejo traslucir en este blog es precisamente eso, que disfruto con las cosas sencillas de la vida.
Como decía, hay ciertas cosas que me alegran el día, y una de ellas es una sonrisa cómplice de un desconocido.
Hoy, mientras volvía a casa con mi bicicleta una señora cruzaba el paso empujando el carrito de su bebé, llegó a la parte que corresponde al carril bici y miró para ver si venía alguien. Alguien venía, yo, para ser exactos, así que comencé a frenar para que pudiera pasar. Ella en cambio prefirió esperar a que pasara, cediéndome el paso. Yo, muy agradecido le regalé la mejor de mis sonrisas, que ella a su vez me devolvió gustosa.
Todo esto pasó en una fracción de segundo, pero ese intercambio de miradas y de sonrisas (la mía decía "gracias por dejarme pasar" y la suya "gracias por sonreírme"), sirvió para alegrarme el día.
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5 comentarios:
Dicen que la emoción más fácil de contagiar es el enojo. Porqué cuando estas molesto y contestas de mala gana, ya se enojó la otra persona.
Por eso en lugar de continuar con la cadena, regálales una sonrisa a desconocidos en la calle, 4 de cada 5 te la devolverán y 2 de cada 4 les alegraras el día ¿verdad? ;)
Un precioso gesto que no es muy fácil de ver...
Una sonrisa muchas veces dice más que unas palabras.
Besitos.
A mí desde luego me lo arreglan Ale ;)
Estoy de acuerdo Jenn, una sonrisa transmite un montón.
Añadiré la magnífica cita de Oscar Wilde que apareció hoy al entrar en mi blog (no sé si alguno le presta atención a eso, pero a mí me encantan)
"Los placeres sencillos son el último refugio de los hombres complicados."
Pues yo debo de ser enormemente complicado...
Un besito
Ni te imaginas... :P
(Yo sí leo las frases...)
Me alegra mucho que lo hagas Jenn, creo que aportan muchísimo.
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