lunes, 28 de marzo de 2011

La vida desde una bicicleta


La entrada de hoy es de lo más sencilla, resulta que me encanta montar en bicicleta.

Lo cierto es que aprendí bastante tarde a montar en bicicleta. Mi padre intentó enseñarme mediante el truco aquel de agarrarte e irte soltando de forma progresiva, pero yo, que de toda la vida he sido bastante cabezota, tras pegarme un par de trompazos importantes, le dije a mi padre que yo así no pensaba aprender y dejé la bicicleta a un lado.

Dejé la bicicleta de lado unos años, pero como la cosa no podía seguir así, como ya dije antes, soy un tipo cabezón, estando en el pueblo le pedí una bicicleta vieja a mis primos y aprendí por mi cuenta (algún día hablaré de mi historia como autodidacta, puesto que yo sólo he aprendido un montón de cosas, jejejejejeje).

Tuve un par de percances con la bici, uno de ellos se saldó con una bonita estancia en el hospital... pero bueno, seguí con ella, hasta que ya me hice algo mayor y empecé a dejarla a un lado. Cambié lo de salir en bici, por salir a correr, sobre todo porque la ciudad en la que vivía no era el mejor lugar para montar en bicicleta (sin carril bici, coches poco respetuosos, etc), y la cosa fue quedando un poco en el olvido.

No obstante, y pese a lo que había comentado antes, en la última etapa en mi ciudad me hice con una bicicleta, que terminé por regalar a un amigo antes de mi marcha.

Y así llegamos a mi nueva vida, la de expatriado, en la cual, una de las mayores satisfacciones que tengo es la de poder ir cada día al trabajo en bicicleta, bueno, al trabajo y a todos sitios, porque la utilizo para todo. Disfruto un montón recorriendo la ciudad en bicicleta, me relaja.

Así que ya sabéis, montad más en bici, seguro que disfrutaréis.

2 comentarios:

VERONICA dijo...

Así que cabezón desde chiquitito, jajaja.
Me da mucha envidia, yo no puedo ir en bici a ningún lado porque en un pueblo cerca de la ciudad (a la que voy todos los días a trabajar) muy cerca en coche, pero imposible en bici, sobretodo porque es cuesta arriba. Ahora que, ¿en bici a -2 o -3 grados? recogen mis cachos y ¿cómo te las arreglas con el hielo, la nieve y todo eso?
Bueno, disfrútala pero ten cuidado no te vayas a partir la crisma.
Un besito.

S. dijo...

Aprendí muy tarde a coger la bici mi madre no me dejaba y la aparté a un lado,hasta que un día apareció una amiga y me dejó la suya animándome para que se me quitara el miedo y ahora...hago rutitas de via verde jajjaja y anda que no disfruto ná
Bsitossssssssss